Tras el análisis de la escena del
ataque del Tiburón en Jaws no quería que el nivel descendiese por esa razón
decidí centrarme en alguno de mis directores favoritos. Y fue echando la mirada
atrás cuando me di cuenta de que es la generación de grandes directores de las
décadas 60 y 70 del cine en USA los que más me llenan y los que más me han
frustrado. Todos ellos han realizado obras maestras y han llevado a la pantalla
proyectos inclasificables. Brian de Palma, Scorssese, Spielberg, George Lucas y
Coppola formaron una grupo de directores que además de realizar películas taquilleras
eran mucho más que eso y en cada uno de los film hay alguna escena que
recordar. Todos tenemos nuestras favoritas. Hoy analizamos un otro clásico de
Coppola: El Padrino.
The Godfather es uno de esos
clásicos que merece la pena revisar una y otra vez. En cada visionado
encontraremos nuevos detalles, nuevos gestos, guiños, sensaciones y mensajes
del director. Una de mis escenas favoritas es la inicial aunque su análisis no
deja de ser la presentación de personaje más perfecta de la historia del cine.
Otra de las que más me gustan es el montaje de la secuencia de escenas del
bautismo del hijo Michael y el final del film pero he decidido analizar otra
escena ya que me parece más importante en lo que se refiere a usos
cinematográficos, la historia (aquí termina una película y empieza otra), la
magnífica actuación de Pacino y todo lo que rodea a esta la escena en la que
Michael Corleone asesina a Sollozzo.
La es cena se desarrolla en un
restaurante italiano. Se trata de una reunión para alcanzar la paz tras el intento
de Sollozzo de asesinato al padre de Michael (The Godfather). En la reunión
también se encuentra McCluskey, un Capitán de policía corrupto (que en una
escena anterior golpeo y desfiguro al joven Corleone).
Vemos a los tres personajes
sentados en la mesa con Michael y Sollozzo enfrentados y observándose mientras
el Capitán de policía se prepara para comer, tranquilamente. La tensión se
palpa mientras el camarero intenta abrir la botella de vino. Después Sollozzo
le pide permiso a McCluskey para hablar en italiano con Corleone y comienza a
hablar. En The Godfather ha numerosas escenas en las que los personajes hablan
en italiano (hablo siempre de la V.O., en las versiones dobladas estos detalles
a veces se pierden) y esta es la única escena en la que lo que el director no subtitula
la lengua italiana. La audiencia debe hacer un esfuerzo por entender lo que
están tramando. Es una elección del director que quiere poner el acento en esta
escena y que el espectador preste una atención superior. La tensión crece al no
saber que están diciendo.
La conversación continua mientras
el director se aleja con dos planos contrapuestos de la misma para ofrecernos
el plano general del restaurante justo antes de que Pacino, ante la falta de
vocabulario en lengua italiana tenga que devolver la conversación al Ingles
original.
Tras esto Michael pide ir al baño
donde tiene un arma escondida y Sollozzo le vuelve a cachear. Es en este
momento cuando oímos al tren elevado por primera vez en la escena. Es un sonido
fuera de plano. Michael busca el arma y por un instante parece que no la encuentra
y para alargar la tensión el director introduce un plano de la mesa en la que
espera Sollozzo y el Capitán. Volvemos a Michael que finalmente encuentra el
arma y se prepara para lo que va a hacer. Entonces aparece de nuevo el sonido
del ferrocarril.
El personaje de Pacino vuelve al
comedor y no hace lo que le han ordenado (disparar a quemarropa y largarse),
aguanta de pie, ambos “contendientes” le miran desde la mesa, el aguanta la
postura y se acerca, se sienta y Sollozo comienza a hablar en italiano.
Llegamos al clímax. Se cuenta que
el equipo de casting no confiaba demasiado en las dotes interpretativas de
Pacino para este tipo de personaje pero que al llegar a esta escena enmudeció a
todo el equipo de rodaje. Su trabajo es espectacular. En esta escena podemos
recrearnos en sus gestos, en sus miradas mientras la cámara de Coppola se
acerca con un travelling muy lento y el sonido de un tren frenando inunda de
ruido la escena.
Y los dos asesinatos se suceden.
Hay un curioso contra plano tras el segundo disparo al Capitán de policía en el
que Pacino parece sorprenderse, al igual que la audiencia, de la crudeza de la
muerte de ese personaje.
Pacino se gira, coge el abrigo y
se encamina a la puerta con la pistola en la mano. En la escena anterior le han
insistido una y otra vez que disparase y tirase la pistola. Antes de salir de
plano, Michael en un gesto extraño tira el arma y es en ese momento cuando
comienza la música de El Padrino. Es de hecho su primera acción como el nuevo
Padrino pero eso él ni nadie lo sabe aun.
Esta una de las escenas del film
y una de las grandes de la historia del cine. La leyenda de Al Pacino comienza
aquí y perdura con actuaciones en esta saga y en otras grandes historias.
El ruido, el idioma desconocido y
la capacidad actoral de Pacino son las características más importantes de la
escena en la que el director no se deja hace notar colocando la cámara tras los
personajes a los que habla el interlocutor en el plano-contraplano y con planos generales tirados por encima de
la línea de visión. Una magnifica muestra de saber hacer y manejo de las
técnicas narrativas audiovisuales.
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