lunes, 7 de enero de 2013

El italiano y el ruido. Como tensionar a la audiencia o la escena del asesinato a Sollozzo.



Tras el análisis de la escena del ataque del Tiburón en Jaws no quería que el nivel descendiese por esa razón decidí centrarme en alguno de mis directores favoritos. Y fue echando la mirada atrás cuando me di cuenta de que es la generación de grandes directores de las décadas 60 y 70 del cine en USA los que más me llenan y los que más me han frustrado. Todos ellos han realizado obras maestras y han llevado a la pantalla proyectos inclasificables. Brian de Palma, Scorssese, Spielberg, George Lucas y Coppola formaron una grupo de directores que además de realizar películas taquilleras eran mucho más que eso y en cada uno de los film hay alguna escena que recordar. Todos tenemos nuestras favoritas. Hoy analizamos un otro clásico de Coppola: El Padrino. 


The Godfather es uno de esos clásicos que merece la pena revisar una y otra vez. En cada visionado encontraremos nuevos detalles, nuevos gestos, guiños, sensaciones y mensajes del director. Una de mis escenas favoritas es la inicial aunque su análisis no deja de ser la presentación de personaje más perfecta de la historia del cine. Otra de las que más me gustan es el montaje de la secuencia de escenas del bautismo del hijo Michael y el final del film pero he decidido analizar otra escena ya que me parece más importante en lo que se refiere a usos cinematográficos, la historia (aquí termina una película y empieza otra), la magnífica actuación de Pacino y todo lo que rodea a esta la escena en la que Michael Corleone asesina a Sollozzo.

La es cena se desarrolla en un restaurante italiano. Se trata de una reunión para alcanzar la paz tras el intento de Sollozzo de asesinato al padre de Michael (The Godfather). En la reunión también se encuentra McCluskey, un Capitán de policía corrupto (que en una escena anterior golpeo y desfiguro al joven Corleone).


Vemos a los tres personajes sentados en la mesa con Michael y Sollozzo enfrentados y observándose mientras el Capitán de policía se prepara para comer, tranquilamente. La tensión se palpa mientras el camarero intenta abrir la botella de vino. Después Sollozzo le pide permiso a McCluskey para hablar en italiano con Corleone y comienza a hablar. En The Godfather ha numerosas escenas en las que los personajes hablan en italiano (hablo siempre de la V.O., en las versiones dobladas estos detalles a veces se pierden) y esta es la única escena en la que lo que el director no subtitula la lengua italiana. La audiencia debe hacer un esfuerzo por entender lo que están tramando. Es una elección del director que quiere poner el acento en esta escena y que el espectador preste una atención superior. La tensión crece al no saber que están diciendo. 


La conversación continua mientras el director se aleja con dos planos contrapuestos de la misma para ofrecernos el plano general del restaurante justo antes de que Pacino, ante la falta de vocabulario en lengua italiana tenga que devolver la conversación al Ingles original. 


Tras esto Michael pide ir al baño donde tiene un arma escondida y Sollozzo le vuelve a cachear. Es en este momento cuando oímos al tren elevado por primera vez en la escena. Es un sonido fuera de plano. Michael busca el arma y por un instante parece que no la encuentra y para alargar la tensión el director introduce un plano de la mesa en la que espera Sollozzo y el Capitán. Volvemos a Michael que finalmente encuentra el arma y se prepara para lo que va a hacer. Entonces aparece de nuevo el sonido del ferrocarril. 


El personaje de Pacino vuelve al comedor y no hace lo que le han ordenado (disparar a quemarropa y largarse), aguanta de pie, ambos “contendientes” le miran desde la mesa, el aguanta la postura y se acerca, se sienta y Sollozo comienza a hablar en italiano.

Llegamos al clímax. Se cuenta que el equipo de casting no confiaba demasiado en las dotes interpretativas de Pacino para este tipo de personaje pero que al llegar a esta escena enmudeció a todo el equipo de rodaje. Su trabajo es espectacular. En esta escena podemos recrearnos en sus gestos, en sus miradas mientras la cámara de Coppola se acerca con un travelling muy lento y el sonido de un tren frenando inunda de ruido la escena. 

Y los dos asesinatos se suceden. Hay un curioso contra plano tras el segundo disparo al Capitán de policía en el que Pacino parece sorprenderse, al igual que la audiencia, de la crudeza de la muerte de ese personaje.
Pacino se gira, coge el abrigo y se encamina a la puerta con la pistola en la mano. En la escena anterior le han insistido una y otra vez que disparase y tirase la pistola. Antes de salir de plano, Michael en un gesto extraño tira el arma y es en ese momento cuando comienza la música de El Padrino. Es de hecho su primera acción como el nuevo Padrino pero eso él ni nadie lo sabe aun.


Esta una de las escenas del film y una de las grandes de la historia del cine. La leyenda de Al Pacino comienza aquí y perdura con actuaciones en esta saga y en otras grandes historias. 

El ruido, el idioma desconocido y la capacidad actoral de Pacino son las características más importantes de la escena en la que el director no se deja hace notar colocando la cámara tras los personajes a los que habla el interlocutor en el plano-contraplano  y con planos generales tirados por encima de la línea de visión. Una magnifica muestra de saber hacer y manejo de las técnicas narrativas audiovisuales.


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